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    Para el estudio, los investigadores reclutaron a nueve mujeres y las dividieron en tres categorías de sueño. El primer grupo tomó un baño caliente antes de acostarse, el segundo tomó un baño de pies caliente antes de acostarse, y el tercero no se duchó. Las mujeres que tomaron un baño o un baño de pies se durmieron más rápido, y tuvieron una mejor calidad de sueño.

    ¿Por qué pasa esto? Resulta que el baño nos ayuda a refrescarnos y relajarnos. También ayuda a reducir la ansiedad y aumentar tus niveles de oxitocina.